Practicando los ¨gunas¨

¨ No esperes frutos dulces si lo que plantaste fueron semillas de árbol de neem¨

En artículos anteriores comentamos algunos principios básicos sobre la filosofía en el yoga, así como un estudio profundo de la mente para entender de donde provienen todos aquellos hábitos y costumbres tan arraigados en nosotros que se manifiestan una y otra vez de un modo casi involuntario.

En el artíulo de hoy hablaremos como llevar a la práctica esos conceptos y como a partir del entendimiento, observación e integración en nuestro día a día, pueden facilitarnos el camino para alcanzar ese modo de vida que deseamos.

No hay que olvidar que todos nuestros límites son pura y esencialmente mentales. Todo aquello que creemos ser o no ser, tanto a nivel personal como en la capacidad de realizar cualquier acción, no son mas que creencias e identificaciones de nuestra mente que, mayormente, nos perjudican y nos retrasan o privan de alcanzar aquellas metas, aquellos sueños que tanto ansiamos,pero que acabamos por abandonar al ¨creer¨ que nuestra capacidad es limitada y ¨eso no es para nosotros¨ o el famosamente conocido como ¨Yo no puedo…¨

Pero volvamos  a los conceptos mencionados anteriormente.

Tal como comentabamos en el artículo, ¨principios basicos en la filosofia del yoga¨, toda la creación es la manifestación y la interacción de tres gunas ( sattva,rajas, tamas) que dan forma al mundo y la realidad que conocemos. Cada una de ella tiene unas propiedades inherentes que las caracteriza : satvapureza, paz, armonia… / rajasmovimiento,fuerza, acción… / tamas inhercia, letargo…

Aunque todas tienen una importancia relevante ( ej. sin rajas no hay digestión, sin tamas no hay descanso), desde el punto de vista del yoga la intención es ¨sattvatizar¨ al máximo nuestra existencia, siendo esta pura, en paz, armónica y espiritual.

Vivimos en un mundo potencialmente rajásico y tamásico.  Lleno de estimulos, competición, agresividad, pasividad e inhercia. Estamos expuestos a ese flujo constante que nos aleja de ese estado puro, para finalizar más horas sentados frente al televisor o internet que realizando alguna práctica que nos nutra interiormente. El comer sano, hacer prácticas espirituales, meditar, yoga, etc son rasgos mas bien minoritarios dentro de esta sociedad moderna sobrestimulada y enfocada al consumo y generación de riqueza material.

La pregunta ante tal dificultad es,

¿como podemos transformar nuestro modo de vivir a un nivel mas sattvico cuando todo lo que nos rodea carece de ese principio?

Hay un dicho que dice:  ¨Si lo que quieres son frutos dulces, deberás plantar una semilla de mangos. Si por lo contrario, plantas una semilla del arbol de neem, no esperes la dulzura, pues su sabor serᨠamargo. 

La semilla

Los samskaras.  Sin ser conscientes de ello, nos pasamos el tiempo plantando semillas en lo mas profundo de nuestra mente (samskaras) y estas brotan constantemente manifestándose en acciones posteriores que realizamos a diario, tanto positivas, como negativas. Desde el acto de comer, leer o ver una película, socializar, beber, salir, pasear,fumar,  etc etc etc.

Bajo esa idea podemos ver y entender que la acción que llevamos acabo en el momento presente es estimulada y empujada directamente por una acción ¨semilla¨ plantada anteriormente, y viceversa.

Un ejemplo grafico…  

¿A que conclusión nos lleva esto?

Cuando nos es difícil implantar un nuevo hábito sano o dejar uno de malo, puede resultar más sencillo en lugar de tratar de sobreponerlo a la fuerza,  entender el funcionamiento de la mente y observar que tipo de samskaras rajásicos y tamásicos almacenamos con nuestras acciones , para así, cambiarlos conscientemente a acciones más sattvicas con pequeños detalles y obtener el resultado de un modo natural y sin esfuerzo, solamente con el fruto de nuestras semillas.

A veces pensar  la idea de meditar  o hacer nuestra práctica de yoga durante varias horas es una carga y una imagen que rara vez llegamos alcanzar, dejándonos llevar por la pereza o siendo difícil de cumplir por la cantidad de cosas que revolotean en nuestra cabeza. Sin embargo si nuestras acciones constantes, por pequeñas que sean o puedas parecer, se basan en un principio sattvico, estas fortalezeran esa intención en nuestra mente, dándonos como resultado el deseo inconsciente a la práctica del yoga o la meditación en este caso sin ese sobresfuerzo al que nos solemos enfrentar.

Cualquier acción sattvica  dará un estimulo posterior sattvico, creando una cadena interminable que puede transformar y cambiar tu propia vida.

Pero una advertencia, Rajas y tamas siempre estan presentes…  Si quieres tener tu jardín lleno de flores, deberás cuidarlo y atenderlo a diario con dedicación. Si de lo contrario lo abandonas, los matorrales y malas hiervas renacerán y lo cubrirán entero.

Haced la prueba. Es algo muy sútil pero que ciertamente funciona.  Cuando entendí este concepto estudiando los yoga sutras de patanjali , decidí hacer la prueba. Y puedo certificar que funciona tal cual.

Levantarse por la mañana y arrancar con las kriyas  ( limpieza y purificación externa ) que no me llevaban mas de 15 minutos, me llevó más tarde a un pequeño deseo de sentarme a meditar. Posteriormente, cuando debía cocinar, mi instinto me pedía comida saludable y sana.  Luego más deseo espontaneo por hacer yoga. Y así se fue haciendo la cadena hasta que una noche, por pereza, comí mal, y la cadena se rompió… me levanté tarde, me dió pereza hacer yoga y vi una pelicula tirado en el sofa…

No se trata obviamente de dejar atrás todas aquellos pequeños placeres aunque sean rajásicos o tamásicos, sino de tomar consciencia y observar como todo ello tiene una consecuencia. Y que, quizás, de algún modo, llega un momento en que ciertamente ya no estamos eligiendo por nosotros mismos, sino solamente somos fruto de la consecuencia y la inercia de una acción pasada…. y puestos a elegir, que sea sattvica  🙂

NAMASTÉ

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4 comentarios

Archivado bajo Diario de un yogui, espiritualidad, Filosofía del Yoga

4 Respuestas a “Practicando los ¨gunas¨

  1. Que razón tienes. Al final se trata de ejercer nuestra libertad y calibrar nuestra responsabilidad cuando la ejercemos. Nuestros actos tienen consecuencias y, como muy bien dices, no podemos esperar frutos dulces si plantamos un árbol neem. Una cosa lleva otra, inevitablemente, si elegimos hacer algo costoso pero saludable, cada vez nos costará menos, llegaremos más lejos, y los beneficios serán mayores.

  2. Maria E Bautista G

    Hola !me agradò mucho su artìculo,y me identifiquè luego con el ejemplo de sembrar tempestades y esperar tranquilidad…temo pensar haber vivido asì .hoy trato de vencer la inercia y practico Yoga y aun agradandome muchisimo aun asì fallo algunas veces y lo peor que lo noto ,me deprimo , me siento culpable y me ordeno .Bueno cada ves me sucede con menos frecuencia.Saludos y te estoy muy agradecida.

    • Lo último que debes hacer es acarrear ese sentimiento de culpabilidad. Puedes usarlo para no dejarte perder en la inercia, pero no castigarte por ello. Haz la prueba basado en el concepto de las gunas. Es algo sutil pero sin duda tiene efecto. Trata de plantar semillas sattvicas, y verás como sus frutos serán de sus mismas características.
      Algo que a mi me sirve de mucho es la lectura y el estudio de libro de estas temáticas. En cierto modo se trata de un acción sattvica y el mismo concepto del libro inspira a seguir practicando para alcanzar esos resultados descritos.

      Piensa que todo aquello que creemos ser, no es más son capas impuestas socialmente, culturales y/o familiares. Rompe estas estructuras y no te castigues diciendo lo que puedes o no puedes hacer o como eres o como deberías ser.

      encuéntrate en el silencio y te sorprenderás con lo que encontrarás 🙂

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